Las posiciones de la OMA son el resultado de un enfoque verdaderamente ascendente dirigido por sus miembros, que constituye la base de cada documento estratégico y político. Los miembros de la OMA proponen las áreas clave, trabajan en los documentos de posición y los aprueban durante la Asamblea General, asegurando de que OMA pueda abogar por las necesidades y expectativas de la comunidad agrícola.
La OMA se ha comprometido al logro de Sistemas Alimentarios Sostenibles contribuyendo al diseño, la preparación y la aplicación de los procesos, a fin de garantizar una oportunidad para que se escuche la voz de los agricultores familiares y para que los agricultores del mundo se mantengan en el centro de cualquier sistema alimentario sostenible.
Los agricultores son la clave para lograr una seguridad alimentaria y nutricional mundial sostenible. Lo que producen los agricultores es la condición previa para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de la ONU.
Sobre la base de los resultados de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios y las conclusiones del Informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023, es evidente la necesidad de considerar los efectos perjudiciales sobre la seguridad alimentaria causados por diversos conflictos y crisis que no estaban presentes durante la primera revisión de la política, así como el impacto generalizado, rápido e intensificado del cambio climático. En respuesta, la Asamblea General de la OMA adoptó una versión actualizada de su política institucional en materia de seguridad alimentaria y nutrición.
Recomendaciones de la OMA para eliminar la pobreza rural y lograr la seguridad alimentaria
Más de mil millones de personas en el mundo viven en la pobreza absoluta. 925 millones de personas no tienen suficientes alimentos para mantener la vida y el trabajo. La gran mayoría de estas personas viven en las zonas rurales y la mayoría de ellas son agricultores. Los agricultores constituyen alrededor de un tercio de la población mundial, pero la mitad de la población hambrienta.
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El cambio climático es uno de los mayores desafíos del siglo XXI. Los agricultores y silvicultores están en primera línea en este cambio, ya que las vidas y los medios de subsistencia de quienes alimentan y visten al mundo se ven directamente afectados por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. Al mismo tiempo, se espera que la agricultura satisfaga las necesidades futuras de una población más urbana y acomodada de 9.000 millones de personas para 2050. En consecuencia, la producción agrícola tendrá que aumentar significativamente. Junto con los alimentos, también aumentará la demanda mundial de agua, energía y tierras y esto ejercerá una presión adicional sobre los recursos naturales del mundo y amenazará los mismos ecosistemas de los que dependemos.
Posición de la OMA sobre los mercados de carbono
La introducción de sistemas voluntarios de compensación de carbono se consideró una oportunidad para recompensar a los agricultores por aplicar prácticas que fomenten el almacenamiento de carbono en los suelos. El diseño de los mercados de carbono debe ser coherente con el Acuerdo de París, que reconoce “la prioridad fundamental de salvaguardar la seguridad alimentaria y acabar con el hambre” y pretende reforzar la respuesta mundial al cambio climático “de manera que no amenace la producción de alimentos”. Esto es fundamental para garantizar que la humanidad alcance todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para garantizar que se maximizan las oportunidades y se minimizan los riesgos, es fundamental que los mercados de carbono sitúen las necesidades de los agricultores, el sector agrario y las comunidades rurales en el centro del diseño de las políticas.
El declive de la biodiversidad, la salud del suelo y la calidad y disponibilidad del agua no son sólo una crisis en sí mismas, sino que agravan los efectos del cambio climático y repercuten directamente en la producción de alimentos, fibras y combustibles y, por tanto, en los ingresos y medios de vida de los agricultores. Una política medioambiental sólida que detenga y luego invierta el declive redunda sencillamente en interés de los agricultores del mundo, que dependen de la biodiversidad y de recursos naturales como el suelo y el agua para servicios esenciales como la polinización, el control natural de plagas, el mantenimiento de la estructura y la fertilidad del suelo y la regulación del agua. Del mismo modo que los agricultores dependen del medio ambiente, el medio ambiente a menudo depende de los agricultores, quienes gestionan activa y cooperativamente más de un tercio de la tierra del mundo. Con demasiada frecuencia, las decisiones gubernamentales y las políticas públicas tienen poco en cuenta los servicios que nuestros agroecosistemas brindan a la sociedad, mientras que los incentivos de mercado distorsionados y las regulaciones verticales inapropiadas reducen la capacidad de los agricultores para aumentar la eficiencia de la producción agrícola sin impactar los resultados ambientales en todo el mundo. Existe una necesidad urgente de reconocer el papel de los agricultores no sólo como productores de alimentos sino también como administradores del medio ambiente y desarrollar estructuras de incentivos adecuadas para ayudarlos a gestionar de manera sostenible la biodiversidad y los recursos naturales en el marco de sus actividades agrícolas.
Los agricultores y las organizaciones de cooperativas de agricultores pueden desempeñar muchas funciones, desde la facilitación de la prestación de servicios, la movilización de los recursos locales y la comercialización colectiva, hasta el empoderamiento de los miembros a nivel local y el compromiso con los proveedores de políticas y servicios mediante la creación de un entorno propicio para desarrollar las capacidades de los agricultores. Pedimos a los responsables políticos que creen un entorno propicio para este impulso hacia la organización estructurada de los agricultores mediante sistemas jurídicos, apoyo político e inclusión en los foros de debate pertinentes. La promoción de prácticas comerciales justas y de relaciones más sólidas entre la producción y el consumo de alimentos, así como entre los actores de la cadena de valor, el desarrollo de diferentes redes de distribución e intercambio podría aportar soluciones concretas a los problemas mundiales que contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y a la seguridad del suministro de alimentos.
Dar más libertad de elección a los agricultores, junto con un mayor valor añadido, puede contribuir a la seguridad alimentaria mundial, garantizando sistemas alimentarios sostenibles que respeten el trabajo de los productores, los consumidores y el medio ambiente.
Posición de la OMA sobre l’Agricultura Real
Una mayor conexión entre los consumidores, los responsables políticos y el mundo agrícola y rural es esencial para avanzar hacia una mayor sostenibilidad económica, social y ambiental. Aumentar la productividad y su estabilidad mejorando la resiliencia y adaptabilidad de los sistemas agrícolas, utilizar de forma sostenible los recursos en la agricultura y aumentar la fertilidad del suelo son las cuestiones críticas para que una población en constante crecimiento pueda alimentarse de forma adecuada, satisfactoria y suficiente. Pero para alcanzar estos objetivos, es imperativo seguir invirtiendo en agricultura centrándose en quienes siempre han defendido y protegido la tierra, el suelo, la biodiversidad y la naturaleza: los agricultores. Partiendo de estas premisas, la Organización Mundial de Agricultores está adoptando un enfoque de la innovación ascendente, basado en la ciencia y orientado a los resultados, pero rechaza cualquier intento de sustituir los alimentos resultantes del trabajo de los agricultores por alimentos cultivados en laboratorio, y de concentrar aún más el poder en las cadenas de valor, desestimando el trabajo de los agricultores y empujando a los consumidores hacia un modelo alimentario único y homogéneo, que no valora la tradición, la diversidad, la riqueza, la calidad y las peculiaridades de cada región de nuestro planeta.
El comercio, junto con la agricultura nacional, apoyado por políticas nacionales eficaces, brinda la oportunidad de aumentar la seguridad y la soberanía alimentaria local, nacional y mundial de manera justa y sostenible, contribuyendo al mismo tiempo a la prosperidad económica y al desarrollo sostenible. Mejorar el sistema de comercio mundial para hacerlo más inclusivo y justo para todos los agricultores es un gran reto, pero tiene el potencial de aumentar la productividad y la diversificación de la producción, promover la inclusión y ayudar a alcanzar muchos ODS. La OMA está comprometida con la consecución de ambiciosos objetivos de política comercial y el refuerzo del sistema mundial de comercio agrícola basado en normas. Esto permite a los agricultores operar en un entorno comercial justo, transparente y predecible, cumpliendo su papel económico, social y ambiental más amplio.
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Política de la OMA sobre producción ganadera
La producción ganadera se enfrenta actualmente a una serie de desafíos mundiales en términos de seguridad alimentaria mundial, inocuidad de los alimentos, enfermedades y bienestar de los animales, resistencia a los antimicrobianos, viabilidad económica y expectativas relacionadas con el paisaje y el medio ambiente. Por otro lado, la comunidad mundial reconoce que la ganadería tiene un papel esencial para reducir la pobreza y lograr la seguridad alimentaria y la nutrición. Es muy relevante para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como para la implementación de la Declaración de Roma sobre la Nutrición de 2014 y para el cumplimiento del Derecho Humano a la Alimentación universal.
Política de la OMA sobre el uso y la resistencia a los antimicrobianos en el Ganado
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) amenaza la prevención y el tratamiento eficaz de las infecciones en humanos y animales. Las bacterias resistentes y las enfermedades infecciosas no respetan las fronteras y están presentes en todas partes del mundo. Es necesario adoptar medidas a nivel mundial para preservar la disponibilidad a largo plazo de un tratamiento eficaz de las infecciones para las generaciones futuras. La RAM es de gran importancia para la salud humana y animal, y un enfoque de “Una Salud” a nivel mundial, regional y nacional es crucial para hacer frente a la RAM. Es necesaria una estrecha cooperación entre las partes interesadas de la medicina humana y veterinaria y todos deben participar en la lucha contra la RAM. OMA apoyará y alentará a los agricultores, veterinarios, especialistas en producción pecuaria y especialistas en alimentos a unir sus fuerzas y combatir juntos contra la RAM para reducir al mínimo el riesgo de propagación, teniendo en cuenta al mismo tiempo el aspecto humano, animal y medioambiental.
Las cooperativas pueden considerarse un modelo de negocio innovador y juegan un papel clave en el estímulo del potencial del sector agrícola. De hecho, las cooperativas agrícolas promueven la inclusión económica, social y política de los agricultores porque sus miembros pueden acceder a mercados, cadenas de valor y oportunidades que de otro modo estarían fuera de su alcance. El fortalecimiento de las cooperativas es esencial para facilitar el acceso de los agricultores a los recursos, incluidos la tierra, la tecnología, la información, la educación, los fondos, los seguros y los servicios sociales, a los que los agricultores individuales no podrían acceder de otro modo por sí mismos, promoviendo así el desarrollo de las comunidades rurales.
La innovación es mucho más que la mera adopción de nuevas tecnologías y debe adoptarse desde diferentes puntos de vista: debe ser tecnológica, social, organizativa. De hecho, se considera un factor clave para mejorar la calidad de la producción, así como para impulsar la sostenibilidad y la resiliencia de los sistemas alimentarios. Los agricultores son innovadores por naturaleza y la innovación en la agricultura debe ser impulsada por los agricultores, en función de sus necesidades, experiencia y conocimiento. Además, tiene que ser asequible para todos los agricultores para que sea un instrumento que les permita cambiar las reglas del juego para lograr sistemas alimentarios más resilientes, inclusivos y sostenibles.
Política de la OMA sobre las mujeres en la agricultura – Revisada y adoptada por la Asamblea General de WFO 2022
Las mujeres desempeñan un papel clave en el logro de la seguridad alimentaria mundial y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios. Sin embargo, su papel crucial en el apoyo a las familias y las comunidades, la preservación de las tradiciones y los ecosistemas locales, y su contribución activa al sector agrícola, a menudo permanecen ocultos y no remunerados. Empoderar a las mujeres, brindándoles las habilidades adecuadas y oportunidades de desarrollo de capacidades para aumentar su autonomía, así como reducir las desigualdades en su acceso a los recursos, es un requisito previo esencial para el desarrollo sostenible de las comunidades rurales.
A pesar de enfrentar muchos desafíos, incluido el desempleo, la falta de acceso a la tierra, al crédito, a los recursos y a la educación, los jóvenes agricultores son una gran mina de oro para el futuro de nuestros sistemas alimentarios. Facilitar su acceso a la educación y a la capacitación, a los recursos financieros y no financieros, así como involucrarlos en los procesos de formulación de políticas, es clave para desbloquear su potencial para brindar soluciones hacia un sector agrícola más sostenible.
Manifiesto de los jóvenes agricultores
Los jóvenes agricultores representan un enorme tesoro que puede proporcionar la solución a los principales desafíos del siglo XXI, así como un gran potencial para modernizar un sector agrícola que envejece y que necesita ser rejuvenecido si se quiere lograr un futuro sostenible y la estabilidad social para el Planeta.
La OMA condena enérgicamente todas las formas de violencia contra los agricultores y las comunidades rurales en todo el mundo, incluida la violencia física, moral, de género, racial, religiosa, social y económica.
La OMA pide a los gobiernos que brinden protección y seguridad adecuadas a las comunidades agrícolas.